Órganos afectados por la mala alimentación:

Al tener una mala alimentación, ya sea por comer en exceso o por no comer lo suficiente, todo el estado de salud del cuerpo está afectado. 

Sin embargo los órganos que se ven principalmente afectados son: el corazón, el cerebro, el páncreas, el hígado y de forma indirecta los riñones. 

En primer lugar, con malos hábitos como el sedentarismo, se pone en riesgo el corazón, ya que se puede padecer un infarto (ataque cardíaco) o una enfermedad cardiovascular. 

Lo mismo ocurre con el cerebro, ya que hay un riesgo de un accidente cerebrovascular (conocido popularmente como “derrame”). 

El páncreas es otro de los afectados porque produce insulina, y el sedentarismo produce resistencia a la insulina y con esto se desarrolla la diabetes. 

El sobrepeso también puede dañar el hígado y provocar la enfermedad de hígado graso, cada vez más común en la población en general.